Edificio neoclásico fundado en 1756. El famozo arzobispo Raxoi lo cedió a la orden religiosa de monjas francesas para establecer un centro de educación para mujeres.
Su construcción fue finalizada en el año 1821 por el arzobispo Múzquiz, cuyo escudo de armas aparece en el frontón de la fachada neoclásica del convento.
La iglesia es de planta de cruz griega. Hoy es colegio y residencia de la Compañía de María.
Este edificio capturó la imaginación de muchos novelistas gallegos; por ejemplo, aparece en una de las trilogías narrativas más importantes de la literatura contemporánea “Os camiños da vida” de Ramón Otero Pedrayo.